Ahora en verano son muchas las celebraciones populares, fiestas y verbenas y en la mayoría de ellas suele utilizarse pólvora para anunciar su comienzo y su fin o fuegos artificiales como espectáculo. Algunas de estas exhibiciones son realmente espectaculares.
Tal y como he dicho en el artículo anterior os animo a todos a disfrutar de estas fiestas. ¿Qué pasa si uno de nuestros hijos tiene miedo a los petardos, fuegos artificiales o ruidos fuertes? Realmente es necesario tomar medidas, porque realmente el niño lo puede pasar realmente mal.
Como todos los miedos, nos tendremos que preocupar si éste dificulta la dinámica normal del niño o de la familia. Si no podéis acudir a una fiesta o verbena porque el niño entra en pánico con los ruidos fuertes, entonces sí hay un problema que es necesario solucionar. Además muchas de las pautas que os voy a dar para estos niños os pueden ser válidas a modo preventivo para los niños que acaban de iniciar esta etapa de miedos.
Ante un ruido fuerte es normal que uno se pegue un pequeño o gran susto. Es algo inesperado. Pero normalmente unos se calma tras comprobar que no era nada importante. Por lo tanto es importante avisar al niño de lo que va a pasar para que no le pille desprevenido y asegurarle que vais a estar con él para ayudarle a superar su miedo.
Hay que tener especial cuidado con:
Si algún adulto también tiene miedo ante estas situaciones tiene que controlar sus reacciones para no asustar más al pequeño.
Hay que anunciarle qué va a pasar. Explicarle por qué echan pólvora en las fiestas (para anunciar el comienzo o el final y por tanto cuando empiezan los primeros fuegos nos ponemos muy contentos y gritamos "¡bien, fiesta, fiesta!, y en los del final "¡oh, adiós fiesta!") y que va a haber un espectáculo de ruido y colores.
Sería bueno practicar este modelo de comportamiento en casa con fuegos imaginarios "shhh pum" que echa papá, mamá o el propio niño. Jugar a lo que a uno le da miedo le sirve para desdramatizar esas situaciones. Se puede cambiar de rol (por ejemplo: el niño es el que consuela y el papá el que finge tener miedo; y a la inversa).
Cuando llegue el momento, si el niño se pone muy nervioso, es muy importante que mantengáis la calma (no cojáis al niño en volandas y huyáis corriendo con él). Esto significa que tenéis que utilizar un tono de voz suave y bajo, y movimientos suaves que transmitan tranquilidad por vuestra parte.
Acogedlo físicamente, y si es posible en los primeros momentos no os pongáis cerca de la fuente de ruido. Cuando lanzan pólvora al azar no siempre es fácil planificar, pero en un espectáculo de fuegos artificiales, podéis empezar poniéndoos bien lejos para que lo que más llame la atención sean las luces y no el ruido, y poco a poco (aunque no sea ese mismo día) os vais acercando.
Hay que animar al niño a intentarlo, decirle que lo entendéis, que los ruidos dan mucho miedo pero que vosotros le protegéis y le vais a ayudar. Reforzad todos sus pequeños logros y hacedlos públicos ("¡qué valiente, has conseguido escuchar 4 cohetes en brazos de papá, se lo vamos a contar a los abuelos!").
No hay que sobreproteger al niño, pero tampoco minimizar sus sentimientos. Tenéis que demostrarle que entendéis su miedo, pero que con vuestra ayuda él puede superarlo.
Si se porta mal, ni se os ocurra amenazarlo con "eso" que le da miedo, y evitad compararle con otros niños que no tienen miedo.
Recordad que si vosotros sois capaces de tener paciencia, dándole su tiempo, y transmitir calma y seguridad, el niño acabará por superar sus miedos con vuestra ayuda, y así podréis disfrutar de las fiestas sin sobresaltos. A lo mejor no se consigue completamente este verano, pero el que viene volverá a haber fiestas y podréis seguir practicando.
1 comentario:
Me llamo Violeta y tengo 12 años, sufrí de este mideo desde chiquita. Y no puedo lograr superalo, cada vez que pienso en las fiestas me pongo a llorar a mares. No se que hacer!! AYUDA!
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