«La fase falica es una fase de organización infantil de la libido que sigue a las fases oral y anal y se caracteriza por una unificación de las pulsiones parciales bajo la primacía de los órganos genitales. Pero, a diferencia de la organización genital puberal, el niño o la niña no reconocen en esta fase más que un solo órgano genital, el masculino, y la oposición de los sexos equivale a la oposición fálico-castrado. La fase fálica corresponde al momento culminante y a la declinación del complejo de Edipo; en ella predomina el complejo de castración». J. Laplanche& J.-B.Pontalis
En esta etapa, la zona erógena predominante son los genitales (clítoris en la mujer y pene en el varón) y las sensaciones placenteras se obtienen sobre todo mediante la actividad de orinar. Freud especifica con el termino fase fálica la primera maduración genital que se caracteriza por la dominación imaginaria del atributo fálico, y por el goce masturbatorio; localiza este goce en la mujer en el clítoris, promovido así a la función de falo.
Las pulsiones yoicas y sexuales depositadas en los objetos cambiarán de destino produciendo distinto tipos de efectos. La pulsión de saber (que nace de ese afán de apoderamiento del M.E.) incidirá en la investigación que el niño efectúa sobre aspectos como: el nacimiento, la posesión de pene en el hombre, etc. Investigación, por cierto, siempre frustrada. A pesar del empeño e interés del niño, este nunca comprenderá (hasta la pubertad) el funcionamiento de las zonas genitales de ambos sexos.
Los órganos genitales se vuelven una fuente destacada de placer durante este período. La curiosidad respecto al cuerpo puede comenzar mucho antes; el niño encuentra con asombro sus manos y sus pies, incluso puede descubrir los órganos genitales pero no se convierten en inquietudes sólo hasta la etapa fálica, cuando se hacen mucho más intensas las tensiones y placeres de esa zona del cuerpo. El niño comienza en ese momento a darse cuenta y a comentar las diferencias entre los hombres y las mujeres, su inquietud incrementa de manera significativa si se notan las diferencias anatómicas. Dicha curiosidad es bastante difusa debido a que el niño no conoce todavía a menos que ya las haya observado, las diferencias reales de los órganos genitales masculinos y femeninos.
La masturbación es algo más que la inspección normal de los genitales observada comúnmente en los niños de 2 años de edad mientras se bañan. Durante la masturbación, un niño generalmente tiene un aspecto aturdido, ruboroso y absorto. Un niño puede masturbarse con una frecuencia de varias veces al día o sólo una vez a la semana. La masturbación tiene lugar más comúnmente cuando un niño está soñoliento, aburrido, viendo la televisión o bajo stress.
La masturbación infrecuente es un comportamiento normal de muchos niño. Hasta un tercio de los niños de este grupo de edad descubren la masturbación mientras exploran sus cuerpos. A menudo, siguen masturbándose simplemente porque les causa placer. Algunos niños se masturban frecuentemente porque están insatisfechos por algún motivo, tal como el hecho de que les hayan quitado el chupete. Otros están reaccionando al castigo o a la presión para que dejen la masturbación por completo.
Una vez que un niño descubra la masturbación, rara vez abandonará la práctica totalmente. Es posible que no lo haga con tanta frecuencia si se resuelven las circunstancias asociadas de conflicto o insatisfacción. Para los 6 años de edad, casi todos los niños pueden adquirir un poco de discreción y sólo se masturbarán en privado.
La masturbación no causa ninguna lesión ni daño físico al cuerpo. No es anormal ni excesiva a menos que se haga premeditadamente en lugares públicos después de los 6 años de edad. La práctica de la masturbación no quiere decir que su hijo será demasiado susceptible a excitarse sexualmente, promiscuo o desviado sexual. Sólo si los adultos reaccionan en forma exagerada a la masturbación de un niño y la hacen aparecer como algo sucio o perverso, ésta le causará daño emocional, por ejemplo, sentimientos de culpa y complejos sexuales.
Cómo Comportarse con Respecto a la Masturbación
Tenga objetivos que se pueden alcanzar.
Es imposible eliminar la masturbación. Acepte el hecho de que su hijo ha aprendido a practicarla y que le gusta. Lo único que usted puede hacer es controlar el lugar donde lo hace. Un objetivo razonable es permitirla solamente en su habitación y en el baño. Usted podría decirle a su hijo: "Está bien que hagas eso en tu habitación cuando estés cansado". Si usted pasa por alto totalmente la masturbación, sin importar el lugar donde se haga, su hijo pensará que puede hacerlo libremente en cualquier sitio.
No haga caso de la masturbación a la hora de la siesta y a la hora de acostarse.
Deje tranquilo a su hijo en estas ocasiones y no siga vigilándolo. No le prohiba que se acueste sobre el abdomen y no le pregunte si tiene las manos entre las piernas.
En otras ocasiones, distraiga a su hijo de la masturbación o disciplínelo.
Trate primero de distraer a su hijo con un juguete o con alguna otra actividad. Si esto falla, explíquele a su hijo: "Sé que te gusta, y está bien que lo hagas en tu cuarto o en el baño, pero no lo hagas en otro lugar de la casa o cuando estén presentes otras personas". Cuando los niños tienen 4 ó 5 años de edad, se vuelven sensibles a las opiniones de otras personas y entienden que sólo deberían masturbarse cuando están solos. A los niños más pequeños tal vez haya que enviarlos a su cuarto para que se masturben.
Discuta este enfoque con el personal de la guardería o del jardín de niños de su hijo.
Pídale a la maestra o a la persona encargada de cuidar a su hijo que responda a la masturbación de éste tratando primero de distraerlo. Si esto no da resultado, deberá llamar la atención del niño con comentarios tales como "Ahora necesitamos que vengas con nosotros". En la escuela, la masturbación sólo debe ser tolerada a la hora de la siesta.
Aumente el contacto físico con su hijo.
Algunos niños se masturbarán menos si reciben abrazos y mimos adicionales durante todo el día. Trate de que su hijo tenga por lo menos una hora diaria de tiempo especial con usted, y asegúrese de hacerle manifestaciones físicas de afecto durante este período.
Errores comunes.
El error más común que cometen los padres es tratar de eliminar la masturbación por completo. Esto resulta en un conflicto en el que, inevitablemente, los padres pierden. Los niños no deben ser castigados físicamente por la masturbación, ni debe gritárseles o reprendérseles al respecto. No califique la masturbación como mala, sucia, perversa o pecaminosa, y no ate las manos de su hijo ni utilice otra clase de restricciones. Todos estos enfoques sólo producen resistencia y, posiblemente, inhibiciones sexuales más adelante.
Stefania Erazo, estudiante de Psicología Clínica - Cosquillitas en la Panza
http://www.mipediatra.com/folletos/masturbacion-prescolar.htm -
2 comentarios:
excelente esta informacion!! te felicito
Excelente puplicacion!! los felicito! dias atras necesitaba muxo esta informacion...
Publicar un comentario