La enuresis infantil es la emisión repetida de orina en la cama o en la ropa, de forma involuntaria o intencionada. La conducta es clínicamente significativa y se manifiesta con una frecuencia de 2 veces por semana durante un tiempo de 3 meses consecutivos. La edad cronológica a partir de la que se considera problema es de cinco años, en el caso de las niñas y de seis en el de los niños, o un nivel de desarrollo equivalente. Son edades aproximadas ya que se considera que la madurez orgánica para el control de esfínteres está en torno a los tres años.
La mayoría de los niños consigue el control diurno entre los dos y tres años; el nocturno puede tardar bastante más: uno de cada diez no lo logra antes de los seis años de edad. A partir de esta edad, si el niño sigue orinando en la cama, busca una orientación medica. Según algunas investigaciones, aproximadamente un 15% de los niños mayores de los 3 años se orinan en la cama mientras duermen. Y son los niños, más que las niñas, los que se encuentran en esta situación.
Causas para hacer pis encima
Los niños no se orinan en la cama a propósito. La enuresis puede tener un sin número de causas que pueden estar relacionadas con un desorden del dormir, con un desarrollo más lento que lo normal del control de la vejiga, o con el resultado de emociones y tensiones que requieren especial atención. Raramente significa que el niño tiene un problema de los riñones o de la vejiga.
Las causas emocionales de la enuresis son muchas. Cuando un niño pequeño comienza otra vez a orinarse en la cama después de meses o años de no hacerlo, se sospecha que estos síntomas puedan ser causados por nuevos temores o inseguridades. Esto puede suceder después de que niño presencie algunos cambios en su vida, por ejemplo, el traslado de la familia a un nuevo ambiente, la pérdida de un miembro de la familia o de un ser querido, la llegada de un nuevo bebé en la familia, el cambio de escuela, situaciones de estrés, etc.
La enuresis puede estar relacionada con algún conflicto psicológico y afectivo del niño, con la necesidad del niño de llamar la atención. También se produce por cansancio o estrés emocional. Otra posible causa puede estar en el ambiente familiar en que vive el niño, en una familia que lo sobreprotege o que ofrece poco cariño a sus hijos. Hay padres que creen que si el niño no controla el pis es porque es perezoso y no presta mayor atención al tema, y así les aplican castigos y los provocan con burlas, lo que hará con el problema crezca aún más.
La enuresis varía según la frecuencia y el ritmo
Considerando el momento en que el niño presenta la incontinencia de la orina, tanto la frecuencia como si se acompaña de algún otro síntoma, pueden determinar diferentes tipos de enuresis.
1- Según el momento o el ritmo de presentación, se denomina:
- Enuresis primaria: Cuando el niño nunca ha controlado la orina. Es el caso más común (el 80 por ciento de los casos).
- Enuresis secundaria: Cuando el niño vuelve a mojar la cama tras un periodo de entre tres a seis meses de presentarse un control regular. Es decir, cuando el niño consigue controlar los esfínteres, pero pasado un tiempo, vuelve a no tener controle sobre su pis.
2- Según se acompañe o no de otros síntomas en las vías urinarias, se distinguen:
- Enuresis mono sintomática: La más habitual en la práctica clínica (90 por ciento de los casos).
- Enuresis no mono sintomática: Acompañada de otras alteraciones del control de la orina, como la incontinencia diurna o la sensación de necesidad inmediata de orinar (urgencia miccional), etc.
3- Según su frecuencia:
- Enuresis continua, cuando el niño moja la cama todos los días.
- Enuresis intermitente, cuando el niño se levanta seco algunos días, y mojado los demás días.
Al llevar al niño al especialista, es muy importante tener claro la frecuencia y el ritmo con que el niño hace pis. También es conveniente que se aporte datos sobre los hábitos y las costumbres del niño. Eso ayudará al urólogo en su diagnóstico. En estos momentos, si es el caso, se debe dejar la vergüenza o lo que sea de lado, para poner encontrar una solución al problema del niño. Eso sí es lo más importante.
Todos, padres e hijos, deben involucrarse en el tratamiento contra la enuresis
¿Cuál es el mejor momento para empezar el tratamiento de la enuresis? En los niños mayores de seis años, que son conscientes de su dificultad para controlar la orina y desean solucionarla lo antes posible para evitar que se acarree a otros problemas, la responsabilidad es lo primero. Sus padres deben exigirles que también pongan de su parte empeño y esfuerzo para llevar a cabo el tratamiento.
Todos, padres e hijos, deben involucrarse en el tratamiento. Cuando todos estén convencidos de que el tratamiento es necesario y oportuno, este será el mejor momento para empezar el tratamiento contra la enuresis.
A partir de los 6 años, muchos niños ya sabrán escribir y podrán llevar por si mismos la responsabilidad de apuntar la cantidad de orina que pueden aguantar o si la noche fue seca o mojada. Pueden participar del tratamiento de una forma muy activa.
Para que los niños no sufran desilusiones contraproducentes, es mejor esperar a que haya tenidos varias noches secas, aunque sean aisladas, indicando así el comienzo de una maduración propia, imprescindible para el éxito del tratamiento.
¿Cuánto tarda en funcionar el tratamiento?
Incluso los tratamientos con éxito (hasta un 70 por ciento en el mejor de los casos) pueden tardar semanas o meses en comenzar a dar resultados positivos. El adiestramiento del niño puede llevar tiempo. Dependerá del esfuerzo que haga el niño y del apoyo, la motivación y los ánimos que reciba de su familia.
El tratamiento requiere paciencia no solo por parte de los niños como también de sus padres y familia. No deben dudar en hablar con el pediatra del niño, sobre las diferentes opciones descritas en el tratamiento, si no han funcionado como deberían. El contacto con el médico debe ser constante y preciso. Sólo él podrá aclarar dudas concretas a respecto del tratamiento, y contestar a las preguntas que seguramente surgirán durante el tratamiento.
Una forma apropiada de ayudar al niño a controlar la orina
¿Cómo medir la evolución de los progresos de un niño enurético? A la hora de abordar el hecho de que los niños mojan la cama, es realmente importante mantenerse positivo y elogiar siempre los esfuerzos del niño por evitarlo. Ignorar el problema o confiar en que desaparezca probablemente sólo servirá para empeorarlo a largo plazo, tanto para la familia como para el niño.
Para ayudarte a afrontar de forma positiva el hecho de que tu hijo moja la cama hemos ideado algunas herramientas que te resultarán útiles y te ayudarán a apoyar a tu hijo, y que, seguramente, le garantizarán noches más secas en el futuro.
Estas herramientas se han diseñado específicamente para ayudarte a registrar la evolución de los progresos de tu hijo cuando abordéis juntos el hecho de que moja la cama. Por ejemplo, te pueden ayudar a descubrir pautas que te ayudarán a predecir por qué el niño moja la cama unas noches y otras no; o tal vez las actividades que se realizan ciertos días de la semana pueden dar lugar a que sea más probable que moje la cama, como por ejemplo practicar algún deporte, etc.
Calendario de progresos
Una vez que tu hijo empiece a dejar de mojar la cama unas cuantas noches, es el momento de comenzar a registrar la evolución de sus progresos. Hay que tener en cuenta:
- La utilización de un programa de recompensas es una forma excelente de que tu hijo y tú afrontéis juntos el hecho de que moja la cama. No obstante, recuerda que en las primeras etapas las noches sin mojar la cama con frecuencia serán escasas y espaciadas en el tiempo, así que no permitas que tu hijo se desanime y desmotive en las primeras etapas, ya que eso daría lugar a una respuesta negativa.
- Las recompensas deben ser pequeñas y valiosas para el niño.
- Asegúrate de establecer reglas de comportamiento, cuando el niño moja la cama, como por ejemplo, que se ocupe él mismo de las sábanas mojadas y cambiarse de ropa. Es también importante recompensar al niño cuando se siguen dichas reglas.
- Recuerda siempre que hay que recompensar los comportamientos positivos, no las noches sin mojar la cama, ya que de esta forma es más probable que obtengáis éxito a largo plazo
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