Desde que el momento en que comienzan a brotar los dientes en los niños, es necesario empezar con los hábitos de higiene dental. Muchos doctores incluso recomiendan empezar desde antes, utilizando gasas suaves y sobando ligeramente con ellas las encías del bebé. Al principio la responsabilidad es exclusiva de los papás, pero conforme pasan los meses y luego los años, los niños ya están en capacidad de valerse por sí mismos en la tarea. Una de las maneras de reforzar este hábito en los niños es enseñándoles en el jardín de infancia acerca de su importancia; y qué mejor forma de hacerlo que a través de juegos divertidos y eficaces. A continuación te brindamos una descripción breve de una de las muchas alternativas que existen.
Con los materiales con los que contemos, las maestras podemos crear un rostro grande de niño -y de ser necesario otro de niña-, sonriendo con la boca abierta y los contornos de cinco dientes dibujados en ella. Luego se pega el rostro en la pared o pizarra. Puede hacerse pegando cartulinas o trozos de corospum de colores, por ejemplo.
A continuación, la maestra pedirá a los niños que le ayuden al del rostro a "cepillarse", para lo cual hará varias preguntas sobre el hábito de lavarse los dientes y los niños que sepan la respuesta levantan la mano. La maestra elige a uno para que responda y si lo hace bien pintará de blanco uno de los dientes, utilizando crayola o témpera. Cuando se terminen los dientes, se usará otra carita diferente y se seguirá con otras preguntas, hasta que todos los niños hayan participado. También se puede organizar a los niños en dos grupos; la maestra intercalará las preguntas entre ellos y los pequeños se irán turnando para representar a su grupo, que le podrá ayudar con la respuesta. Al final, el grupo que haya pintado más dientes será el ganador.
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